“No culpes a mi alma que quiere ser libre"
"¿mi alma libre?"
"¿libre?"
Pudimos haber sido libres juntos,
nuestras almas entrelazadas y toda esa basura genérica que dicen los enamorados
empedernidos.
Pero no.
Una de las excusas más trilladas al
despedirse de la persona que amas "me estoy asfixiando"
¿eso era todo lo que necesitabas Oxígeno? Cariño te habría dado respiración de boca a boca con tal de que no
saltaras del maldito edificio.
Dime ¿quién hace eso? ¿cómo un día
despiertas con ganas de saltar desde la ventana de nuestra habitación?
Un día despiertas y dices: "-será
buena idea si salto desde un tercer piso. Que divertido- ".
Maldito idiota ¿aire? ¿libertad? Si
tanto querías morir pudiste ahogarte o tomar 100 pastillas de dudosa
procedencia en el baño, pero no... Tenías que correr y lanzarse desde la
ventana de mi habitación.
Te
culpo a ti sobre cómo me siento en este lamentable momento, es tu culpa que no
pueda dejar de llorar.
Dejaste tu olor en la habitación,
antes de morir pues usaste la loción que te regale. Ya te imaginó antes de saltar
con la botella de loción llenando tu cuello como último detalle del día antes
de salir a trabajar y te imagino mirando la ventana pensando en lo miserable
que era tu vida a mi lado, pensando en lo difícil que era ser tú. Tomando
impulso y saltando.
¿porque en mi departamento? ¿por
qué no simplemente tomaste las llaves y cruzaste la calle sin ver? Mi
departamento era lo que me gustaba llamar un espacio personal, pero ahora lo único que
veré es a ti deseando morir ¿quién comprará el departamento de un suicida?
Por qué quiera o no, eso es lo que
eres.
Sonrió. La ironía de haber
llegado aquella tarde con una buena noticia, la noticia de que había ascendido a jefa de proyectos, el sueldo que tendría sería maravilloso; suficiente para ti,
para mí, para él bebe que planeábamos traer.
Sé que estas mirando desde el cielo
o el infierno con tus ojos color verde oliva tan vacíos y repletos de miseria.
Si no eras feliz debiste decirlo
habíamos encontrado ayuda, pero no... Tenías que quitarte la vida y también
tenías que arruinar la mía de paso.
Yo sabía de tu enfermedad, me lo
dijiste la primera noche juntos, sabía que sufrías por dentro pero jamás pensé
que llegaríamos a esto, jamás pensé que tu vida conmigo fuese tan desdichada para
llegar al hecho de brincar por la ventana. ¿estar a mi lado era peor que morir?
“te amo, pero no puedo más con este dolor en mi
corazón”
No puedo creer que hayas escrito
la palabra amor en una nota de suicidio, no puedo creer que aun con ese
sentimiento por mi fueses capaz de lanzarte. ¿en qué pensabas? ¿en tu padre?
¿en mí? ¿Qué razón hubo para que hicieras eso sin pensar en las repercusiones que tendría?
Miro hacia arriba. <<lloverá pronto>> pensé para mis adentros.
—¿palabras
que aportar?
—se
libre mi amor.
Agache
la cabeza conteniendo las lágrimas en silencio mientras él sacerdote continuaba el
servicio fúnebre, no entendía lo que decía pues mis oídos se cerraban
lentamente y mi visión de borraba con las lágrimas.
—¿quiere decir algo más señorita?— me pregunta al verme con la cabeza mirando
al cielo
—no,
gracias— dije tomando con fuerza la tela de mi vestido negro
Tomé
una rosa blanca del ramo que había comprado anticipadamente y sentí una espina
en mi dedo índice. Sangre por un segundo, pero se detuvo rápido, extrañamente
no sentí dolor alguno.
Me
acerque al hoyo donde estaba su cuerpo y con un puño de tierra deje caer ambas
cosas.
Pensar
que estaba dentro de ese ataúd, frío, sin vida y posiblemente algo deformado
por caer de tres pisos. Que horrible.
Me
aleje unos pasos atrás para que los hombres con palas terminaran el trabajo,
tierra y más tierra.
El
sacerdote me dio una última mirada de pena.
Eramos tu y yo contra el mundo,
contra la vida, contra tu enfermedad, pero ahora solo estoy yo deseando morir
para quedarme a tu lado.
Los
hombres terminaron su trabajo y se retiraron casi en fila.
Cuando
levanté la mirada estábamos solos él y yo.
Entonces
entendí por qué hizo esto, solo mi amor no era suficiente para cubrir una vida
de sufrimiento y tristeza, para sanar heridas que se habían acumulado con los
años. La muerte de su padre, el suicidio de su madre, poniéndome en sus zapatos
puedo comprender por qué terminó con su vida, pero… por más que lo pienso aun
siento que acabó con la mía. Él era mi mundo, él era mi todo, deje todo por
estar con él a pesar de lo que la gente hablaba a mis espaldas.
Mi
madre me dijo: "—te arrepentirás que irte con ese tipo"
Y yo siempre le decía lo contrario aunque si hay algo de lo que puedo arrepentirme, de no poder hacer más por ti mi amor.
Y yo siempre le decía lo contrario aunque si hay algo de lo que puedo arrepentirme, de no poder hacer más por ti mi amor.
—jamás
pude hacerte sentir completo a pesar de mis esfuerzos— dije como consuelo para
mí misma—. A aparentemente nunca fui suficiente para ti.
Cerré
los ojos para que dos lágrimas cayeran de mis ojos hasta la tierra fría, un
suspiro hizo que una pequeña nube blanca se apareciera y desapareciera de
inmediato.
—pues
ahora sí cariño... Ahora sí.
Original de: Diana Cecilia Vargas Gonzalez
Historia registrada.(Ceci VG)
Cualquier copia de este escrito quedará penalizado.